La industria de la cadena de bloques (blockchain) ofrece una competitividad insuperable en términos de confiabilidad, transparencia, rentabilidad y responsabilidad del sistema debido a su carácter inmutable inherente, especialmente cuando se aplica a los sectores financieros, médicos, educativos, así como otras áreas de alto impacto.

Invertir en el desarrollo de blockchain para aplicaciones operativas demuestra ser comparable con las acciones que toman los fondos de inversión tradicionales para administrar activos, diversificar y hacer crecer las carteras en función del rendimiento, la escalabilidad y la confiabilidad. La evolución de la iniciativa digital basada en registros distribuidos conducirá, en última instancia, a un entorno de inversión más estable y de bajo riesgo a medida que la industria global madure hacia la implementación de blockchain en una gama más amplia de sectores además de las finanzas.